lunes, 4 de agosto de 2014

Análisis Cultural

                   DEPARTAMENTO VI  EDUCACIÓN
       ESCUELA MILITAR DE INTELIGENCIA DEL EJÉRCITO
              “GRAL. EJTO. JOAQUÍN ZENTENO ANAYA”
                                     BOLÍVIA


ANÁLISIS DESDE LA DIMENSIÓN CULTURAL
TEORÍA DEL ESTADO


El presente análisis que tiene como base las lecturas proporcionadas por el Docente de la materia de Teoría del Estado desde la dimensión Cultural  de los siguientes: Amartya Sen, Pablo Aranda Manrique y Gabriela Mazorco; el trabajo a realizar pretende entender primero las consideraciones de estos y otros autores y críticos sobre la realidad de nuestro país, desde el punto de vista social – cultural, de manera de comprender determinada formas de pensar, de actuar y sentir de ciertos grupos sociales y/o de pueblos, llamado en algunos casos “cosmovisión”, como es el caso de las culturas del occidente que pregona la “Cosmovisión Andina”.


La historia e identidad campesinas son reinterpretadas partir de la identidad indígena, vinculando ese tema a la política y sin reducirlo a lo cultural, estos análisis sirven de aportes novedosos para la reinterpretación de la historia a partir de estudiar el katarismo como corriente político/sindical y pensamiento renovador. Entre los aportes  sobresalen las nociones de “memoria larga” y “memoria corta” -en referencia al hecho colonial y la resistencia indígena y a la revolución nacionalista de 1952 y la reforma agraria,  respectivamente-, a las cuales se suma la noción de “colonialismo interno”, tal como lo manifestara Silvia Rivera Cusicanqui.

Lo pluri-multi o el reino de la diversidad, también es la interpretación del modelo estatal asentado en el nexo entre democracia representativa y neoliberalismo, esto sintetiza y alimenta el debate sobre la “democracia pactada” y “lo pluri-multi”, términos que se convirtieron en pautas de análisis para caracterizar el proceso político y definir la sociedad durante los años noventa. Con la noción de “democracia pactada” se enfatizó en una mirada institucionalista sobre temas como gobernabilidad, presidencialismo parlamentarizado y reforma incremental del Estado. “Lo pluri-multi” fue un término que designaba lo pluri-étnico y multi- cultural destacando la importancia de la impronta de la diversidad étnico-cultural a partir de las identidades indígenas en lazo con la idea de igualdad ciudadana.

Algunos escritores denominan al tiempo posterior a lo mencionado arriba, como el retorno de la Bolivia plebeya (ensayos de Álvaro García Linera, Raquel Gutiérrez, Raúl Prada Alcoreza y Luis Tapia Mealla), en estos escritos ilustran un análisis centrado en la crisis estatal, la debacle de las formas partidistas de representación política y el protagonismo de los movimientos sociales; este análisis con mayor enfoque político da énfasis en el movimiento indígena como actor y portador de un nuevo proyecto histórico y que establecieron el carácter rupturista de la “guerra del agua” acontecida en Cochabamba en abril del 2000.

Las nociones de “crisis civilizatoria”, “condición multisocietal” o “autodeterminación indígena” son centrales en los trabajos de estos autores que publicaron varios libros colectivos en la década del 2000 y acompañaron la crisis y transición estatal que culminó con la aprobación de la Constitución Política del Estado Plurinacional, la misma que en su Artículo 99, es categórica en cuanto a la referencia sobre lo cultural, significación que se aprecia en su contenido en los siguientes acápites:
I. El patrimonio cultural del pueblo boliviano es inalienable, inembargable e imprescriptible. Los recursos económicos que generen se regularán por la ley, para atender prioritariamente a su conservación, preservación y promoción.
II. El Estado garantizará el registro, protección, restauración recuperación, revitalización, enriquecimiento, promoción y difusión de su patrimonio cultural, de acuerdo a ley.
III. La riqueza natural, arqueológica, paleontológica, histórica, documental y la procedente del culto religioso y del folklore, es patrimonio cultural del pueblo boliviano, de acuerdo a ley.

Pero para algunas personas tal el caso del Ex - Diputado Aymara Constantino Lima, quien sigue una línea llamada “Aymara Centrista”, la interpretación de lo anterior pasa por un sesgo radical exacerbado, pues manifiesta que él NO es boliviano, sino del Kollasuyo, en esta época y en el contexto mundial del cual somos parte, prácticamente lo deja anclado en un posicionamiento retrógrado y regionalista, pues la CPE. si bien reconoce la existencia de 36 naciones y todas ellas suman lo que es Bolivia, si consideramos también la necesidad de unidad nacional, es imperioso que se considere la “Identidad Nacional”, al margen de donde uno haya nacido dentro la geografía nacional que en virtud a ella lo hace pertenecer a una determinada cultura, pero la cultura “madre” tiene que ser comprendida bajo una sola identidad.

Particularmente, considero que el “Boliviano” debe ser la condición de todo el ciudadano nacido en el territorio boliviano, secundaria debe ser la consideración del lugar específico donde haya nacido, esto no quiere decir que no sea practicante de las costumbres y usos de ese lugar, por el contrario debe ser defensor de su conservación y que deberá heredar a sus descendientes, pero es también responsable de trabajar y aportar por un solo país, concienciar al resto de la importancia de la integración socio – cultural y de pensar en un solo Estado, “Bolivia” y evitar la práctica del regionalismo que se convierte en uno de los principales obstáculos de la tan ansiada “Unidad Nacional”.